¡Hola Cafeceros! Hoy les traigo una batalla que desde hace un tiempo viene dando de qué hablar para todos los fanáticos en distintos niveles del café: qué es mejor, ¿Café en cápsulas o café molido?
Comenzaré aclarando que este artículo no pretende decirles cuál es mejor a nivel de gusto o a nivel práctico, personalmente he conocido fanáticos del trending del café en cápsulas leales a Nespresso, así como conservadores defensores del café molido.
Pero en el reino cafeínico hay lugar para todos, ¿no creen?
Cafeceros – ¿Café en cápsulas o café molido?
Comencemos por ver algunos puntos importantes que inclinarían la balanza a favor de lo tradicional:
Café molido
Ese aroma, empaque y sabor característico que nos brinda el café molido nos ha acompañado por años. Sus empaques sellados al vacío o, para los más exigentes, sus paquetes de granos para moler en casa nos dan una versatilidad enorme a la hora de preparar el café como nos gusta.
Más allá de su presentación, preparar café con una greca o una cafetera express es una mini experiencia sublime, no hay nada mejor que poder controlar la intensidad de nuestro café.
No importa si queremos un café americano, un capuccino o un ristretto, el un paquete de café molido en cualquier presentación nos permite hacer maravillas.
¿Algo Poético no?
Si el café molido es tan exquisito, tradicional y sublime, entonces la pregunta lógica sería ¿por qué nace el café de cápsulas?
La respuesta viene dada por nuestro querido amigo tiempo y, su prima fea, la comodidad.
No es algo muy práctico tener una greca en un ambiente organizacional, los trabajadores perderían demasiado tiempo en prepararse una taza de café cada uno.
En cuanto a las cafeteras eléctricas, creo que está fuera de discusión que el sabor del café salido de una es causa perdida. Aquí es, precisamente, donde le vemos un atractivo a las cápsulas de café.
Es por esta razón que probablemente si visitamos hoy en día cualquier sala de reuniones de cualquier organización grande o pequeña, nos veamos en presencia de una cafetera y varias tazas y cápsulas a su lado.
Café en cápsulas
Ahora si, llega la hora de ver el otro lado de la moneda, el café en cápsulas, seguramente has visto en la TV algún comercial (bastante trabajado y, por ende, atractivo) sobre esta presentación de café.
¿En serio Jorge?
Comercial de Nespresso con George Clooney
Como dije antes, esta presentación aporta una alternativa para servirnos una taza de café de cierta calidad en cuestión de segundos, ¿cómo? gracias a las cafeteras especiales para poder preparar café por medio de estas cápsulas.
Básicamente las cafeteras de cápsulas perforan éstas mientras pasan agua caliente a presión para que el contenido (café molido) se convierta en nuestra tan deseada bebida.
Personalmente he probado ambos tipos y, dependiendo de las circunstancias, me inclino por uno u otro, no soy demasiado conservador pero tampoco fanático de la “practicidad”.
Comparemos
Bien, ya sabemos de dónde salen las preferencias de cada tipo, sin embargo, hay algunas consideraciones a tomar en cuenta a la hora de elegir, primero que nada, el precio.
No es lo mismo pagar, por ejemplo, 5 euros por un kilo de café molido que la misma cantidad por media docena de cápsulas.
De la primera opción podemos llegar a sacar unas 50, si es que no más, tazas de café, mientras que con la segunda nos limitamos a 6.
Otro punto a tomar en cuenta es la versatilidad, si bien las cápsulas de café vienen en distintas presentaciones y tipos de café, tendríamos que comprar paquetes de tipos específicos para disfrutar de la variedad que esto supone.
Claro, si lo que queremos es rapidez o nos da demasiada flojera preparar un capuccino, tenemos una cápsula al rescate.
En cuanto a la “maquinaria“, no es un secreto que, para poder preparar café en cápsulas, debemos tener una cafetera diseñada para tal fin, mientras que una greca (de calidad) puede conseguirse por un precio de 15 a 20 euros, la cafetera de cápsulas suele estar en un rango de entre 50 y 120 euros.
Polémica
De qué sirve un producto nuevo en el mercado si éste no causa algo de revuelo, ¿no creen?
Las cápsulas de café no se salvaron de esto, llegando a considerarse incluso agentes cancerígenos por el material de la envoltura de las cápsulas.
En este caso, es importante que consideremos que hay distintos tipos de cápsulas de café, están las de aluminio con revestimiento de plástico, y las de papel (estas últimas son biodegradables y el papel del revestimiento es como el del filtro de una cafetera italiana).
Otra cosa que considero algo tedioso es que, para cada tipo o marca de cafetera, hay un tipo o tamaño exacto de cápsula, esto si que, a mi parecer, juega muy en contra de esta alternativa a nuestra fiel greca de café.
Pero no se preocupen, las pruebas y controles de calidad de las cápsulas de café nos garantizan que no contraeremos lepra, mucho menos cáncer, por beber café en esta presentación.
Y tú ¿Con cuál te quedas?
En líneas generales hemos visto, desde mi humilde punto de vista, una comparación bastante nivelada y superficial de estos dos tipos de preparación del café.
Ahora me gustaría saber su opinión y su experiencia:
¿Por cuál se inclinan?
¿Cuál les parece la opción más atractiva?
¿Qué otro factor consideran importante a la hora de elegir?
Los leo, y no olviden seguirnos en Instagram como @cafeceros, envíennos sus fotos con su taza de café para publicarlos en nuestro perfil.
a mi me encanta el café molido, mejor lo tradicional.